Diarrea
La diarrea es una afección que cursa con un incremento en el número de deposiciones y/o una disminución de la consistencia de estas. Un recién nacido puede realizar en las primeras semanas de vida de 8 a 10 deposiciones semilíquidas de manera totalmente normal.
Los síntomas pueden aparecer súbitamente y pueden ser desde dolor abdominal, fiebre, náuseas, vómitos e inapetencia. No obstante, las diarreas suelen ser autolimitantes y en 3-7 días la sintomatología suele cesar siempre y cuando se haya realizado una correcta hidratación.
La diarrea puede tener diferentes orígenes:
- Bacterias, que suele cursar con fiebres altas, por encima de 38⁰C, dolor intenso de barriga y raramente sangre en las heces.
- Parásitos, que causan diarreas prolongadas e intermitentes que evitan que el bebé coja peso debido a la pérdida de nutrientes. En España no es muy común.
- Virus, que suelen causar diarrea acompañada de vómitos. En este caso la diarrea suele tener un color amarillento y ser muy líquida, causando más deshidratación.
- Intolerancias o alergias a alimentos.
El tratamiento de la diarrea es mayoritariamente preventivo y sintomatológico, ya que es importante realizar una correcta rehidratación para compensar el agua y las sales minerales perdidas. Las soluciones de rehidratación oral (SRO), los probióticos y una correcta alimentación son el principal tratamiento.
Consultar con su pediatra en los siguientes casos:
- Fiebre de más de 38⁰C.
- Lactantes menores a 3 meses.
- Piel seca y fría, así como ausencia de baba y boca seca.
- Ojos hundidos.
- Piel con tono grisáceo.